Hay muchísimas variaciones del Pretzel, salados, dulces, los tipo galleta, los de Pan Blando...
Adivináis a cual pertenecen los de hoy??
No se si os lo he contado, pero J.J y yo casi siempre aprovechamos las vacaciones de Navidad para hacer algún viaje y visitar una ciudad o País que no conocemos.
Este pasado año toco Berlin, Alemania. Allí conocí una interminable variedad de clases de salchichas, "hamburguesas" con sus carnes súper condimentadas, vinos calientes y dulces artesanos, entre los que comí unos muy parecidos a nuestros churros solo que en bolas pequeñitas.
Sobretodo comíamos en los mercados o ferias que nos encontrábamos en las rutas. Desde luego es lo mejor para conocer la gastronomía más clásica, además de conocer la ciudad no tienes la típica pereza después de una comida en restaurante... y siempre te quedará la noche para disfrutar de una cena muchísimo más relajada.
Allí fue donde sin más, en el mantel de papel que acompañaba la "Curry Wurst" que me disponía a devorar;
- Será esto la receta de los Pretzel??? (imaginaos mi incierta desconfianza dado que Alemán ni la mínima de hablar, escribir, entender).
Mirando aquellas ásperas palabras... (aquí es donde entran en acción los magníficos traductores de Google!!)
Efectivamente!!!! solo que como siempre, para darle mi toque, en vez de las rosquillas o galletas, pasan a ser panecillos. He modificado algún ingrediente de la receta original, ya sabeis... prefiero un buen aceite de oliva a la mantequilla.
Por cierto, no están buenos, están RE-QUE-TE-BUENISIMOS!!!
Ingredientes: (15-16 panecillos Pretzel)
para la masa de los panecillos
- 400 gr de Harina todo uso
- 70 gr de masa de arranque (puede ser 15-20 gr de levadura fresca)
- 2 cucharadas de azúcar
- 1/2 cucharita de sal
- 3 cucharadas de aceite de oliva ( 1 cucharada de mantequilla)
- 250 ml de leche entera tibia
- 80 ml de agua
para el baño y decoración
- 1 litro de agua
- 1 cucharada de sal
- 2 cucharadas de bicarbonato
- c/n sal marina gruesa
En un bol, verted el harina (apartad unas cucharadas para espolvoread en el momento de amasar). Añadid la sal y el azúcar, mezclad para repartid bien. Haced un hueco central, incorporad la masa de arranque (o la levadura desmenuzada), el aceite y el agua.
Añadid un poco de la leche tibia y mezclad con ayuda de una espátula o caño de madera (si lo hacéis con levadura, en este paso debéis mezclar con los dedos hasta disolver bien la levadura).
Id añadiendo leche poco a poco y seguid mezclando, llegara un momento que obtengáis una mezcla tosca, poco fina pero con cuerpo.
Volcad sobre la mesa de trabajo, espolvoread un poco mas de harina, seguid amasando y trabajando la masa por unos 10 minutos.
Obtendréis una masa suave, elástica y no se pega en las manos.
Bolead la masa y dejadla descansar en un recipiente enharinado, tapada con un paño húmedo en un lugar cálido hasta que doble su volumen. Aproximadamente 1 hora.
Después de amasar 10 minutos
|
Después de reposar 1 hora
|
Después del reposado, amasar nuevamente para desgasificar la masa, con un cuchillo bien afilado cortad 15-16 porciones de igual tamaño. Bolead cada porción y depositadla sobre una superficie engrasada con un poco de aceite. El tamaño es próximo a una pelota de golf.
Mientras descansan las bolas preparad el baño. Calentad a fuego alto el litro de agua junto con la cucharada de sal. Cuando empiece a hervir, bajad al mínimo el fuego, añadid el bicarbonato e id cociendo en tandas de 3-4 bolas durante 1 minuto, 30 segundos por cada lado. Sacad con ayuda de una espumadera y dejad sobre papel de cocina para que absorba el exceso de agua.
Precalentad el horno a 200-210 grados.
Una vez bañadas todas la bolas, depositad cada panecillo sobre papel sulfurizado un poco engrasado, separados unos de los otros, realizadles 2-3 cortes en la superficie y espolvoread con unos granos de sal marina gruesa.
Hornear por 25-30 minutos o hasta estén bien dorados a 200 grados.
Consejo: La proporción de líquido en la masa siempre va a depender de la marca del harina o lo húmeda que pueda estar por el clima ambiental. Lo mejor es no verted toda la leche e id incorporando poco a poco, así podréis ver si no es necesario incorporarla toda o por el contrario vais a tener que añadir un poco más.
Quizá parezcan un poco laboriosos, pero no os vais a arrepentir, el resultado os recompensará con creces. Estoy segura que la receta va a quedar entre vuestras preferidas a la hora de hacer algún panecillo para una comida o cena especial.
Os presento a J.J en uno de los miles de mercados navideños callejeros. Salchicha y Vino caliente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario